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TEXT Buscan salvar la demolicion del Cafe de los Angelitos (Archiv 2007) |
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PROYECTO DE LEY
Buscan salvar de la demolición al Café de los Angelitos
Quieren expropiarlo · Y declararlo de interés público · Para que funcione el Museo del Tango · O una peña del tango
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| Amenazado por la piqueta, con sus paredes descascaradas que ahora sólo sirven para pegar afiches de propaganda , el Café de los Angelitos bajó sus persianas hace cuatro años. Desde entonces, es sólo un viejo edificio que espera su destrucción. Ni la Municipalidad ni la SecretarÃa de Cultura de la Nación se han interesado por preservar esta esquina con historia, que inspiró a Cátulo Castillo uno de sus poemas más nostálgicos.
Pero no todo está perdido: el diputado Alfredo Bravo, del Frepaso, reactivará en el Congreso dos proyectos de ley que fueron presentados en 1994 por los ex diputados Juan Octavio Gauna, de la UCR, y Alberto Balestrini, del PJ. En su iniciativa Gauna pide que se declare de "utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble ubicado en Rivadavia y Rincón", con el fin de que allà funcione el Museo Nacional del Tango. El ex legislador radical precisa, además, que los gastos que demande el cumplimiento de esta ley se imputarán a Rentas Generales de la Nación.
Parroquianos famosos
En su proyecto, Balestrini también pide que el inmueble se declare de interés público y "sujeto a expropiación". Pero a diferencia de Gauna, el ex diputado peronista solicita que en la esquina de Rivadavia y Rincón funcione una "peña permanente del tango", bajo jurisdicción de la Municipalidad de Buenos Aires.
Convencido de que en la Argentina "no existe una polÃtica cultural", Alfredo Bravo dice que va a insistir con estos proyectos, que desde hace dos años yacen olvidados en los archivos de Diputados.
" Yo entré por primera vez a ese café en 1942. Era un pibe de 17 años; me llevaron unos dirigentes socialistas de La Casa del Pueblo", memora Bravo. Y rescata una anécdota:" La Casa del Pueblo, que estaba ubicada a cincuenta metros de Rivadavia y Rincón , fue inaugurada el 23 de enero de 1927. Esa noche hubo una cena popular, donde se comió desde tallarines a la bolognesa hasta pollo al spiedo. Como era tradición entre los socialistas, sólo se tomó agua. Claro que después de la cena, un grupo numeroso se fue al Café de los Angelitos y se tomó todo el vino que habÃa".
Alfredo Palacios y Juan B. Justo fueron habitués de ese mÃtico boliche abierto en 1890 por el tano Batista Fazio, pero que recién en 1919, comprado por el gallego Angel Salgueiro, empezó a ser conocido como Café de los Angelitos. La leyenda cuenta que cierto comisario de Balvanera fue quien bautizó al café con ese nombre. Al parecer, el comisario solÃa decirles a sus hombres:" Vamos, muchachos, a ver si nadie se salió de la vaina en el Café de esos angelitos...". Los "angelitos" eran malandras, claro; pero de poca monta. El local, más allá de esos parroquianos con sombreros y mirada torva, se hizo célebre por sus trovadores, como el mulato Gabino Ezeiza, José Betinotti e Higinio Cazón.
Por supuesto, por allà también pasaron Carlos Gardel y José Razzano. " Gardel solÃa aparecer después de las dos de la mañana; a veces lo hacÃa acompañado por una hermosa francesa que lo estimaba entrañablemente", escribe Jorge A. Bossio en su libro "Los cafés de Buenos Aires". Pero esas madrugadas ya son historia. |
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TEXT Vuelve el mitico "Cafe de los Angelitos" Diario Online Industria y Turismo (Archiv 2007) |
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Vuelve el mÃtico "Café de los Angelitos"Cuando el 19 de junio, luego de quince años, el mÃtico "Café de los Angelitos" reabra sus puertas, la ciudad de Buenos Aires recuperará una parte de su mayor tradición cultural, un evento digno de celebración. A la misma asistirán personalidades de la cultura, la polÃtica, el deporte y los medios. |


| El emblemático Café, que fue inaugurado en 1890 con el nombre de "Bar Rivadavia" y acompañó durante más de un siglo la vida cotidiana de los porteños, vio pasar por sus mesas a las más destacadas personalidades de la cultura, la polÃtica, el deporte y el arte, tales como Carlos Gardel, Gabino Ezeiza, Higinio Cazón, Osvaldo Pugliese, AnÃbal Troilo, Juan B. Justo, Alfredo Palacios, Florencio Parravicini o Cátulo Castillo, por nombrar sólo algunos. En la misma manzana donde a fines del 1700 se levantaba la Quinta de Salinas, origen de la primer Capilla de Balvanera y de la iglesia Regina Martirum; en la misma esquina de Rivadavia y Rincón, allá por 1890, se levantó un galpón con billares que don Bautista Fazio bautizaba Bar Rivadavia. Perduraron por mucho tiempo en el precario piso de tierra del lugar las huellas trajinadas por los célebres payadores Higinio Cazón, Jose Betinoti y Gabino Ezeiza. Hoy en el 2007 ya nada queda de aquello, pero si el recuerdo de aquel mÃtico "Café de los Angelitos" que el Martes próximo a las 19.30 hs, reabrirá sus puertas y volverá a ser parte activa de la vida cotidiana de todos los porteños y de todos aquellos que quieran regresar a los buenos tiempos de las tardes de café al ritmo del 2x4. Un poco de Historia...
En 1919 el lugar fue adquirido por Ãngel Salguero, y cuando la trova payadoresca fue perdiendo vigencia, la esquina se tiño de color y sabor a tango. Fue una esquina brava de hombres mansos y de otros no tanto, ya que el lugar era frecuentado por malevos de distinta especie, pero también una esquina donde se daban cita escritores de pluma atrevida.
Se cuenta que fue un comisario de la sección, famoso por sus ironÃas y un tanto de malicia, el que bautizó a los habitués del lugar Los Angelitos. Con el tiempo, aquella expresión sirvió para rebautizar el lugar y hasta para agregarle el relieve de dos angelitos en el ángulo de su fachada. Por allà pasó la plana mayor del Partido Socialista: Juan B. Justo, Alfredo Palacios, Nicolás Repetto, y también José Ingenieros, tras las prolongadas reuniones en la “Casa del Puebloâ€. También solÃa concurrir, hacia 1928, el famoso “Clan Radical†(herederos de Alem) trayendo consigo las presiones de la lucha polÃtica.
No fueron ajenos al lugar importantes figuras de la escena, como Florencio Parravicini y Roberto Casaux, y tampoco podÃa faltar Carlos de la Púa - el Malevo Muñoz-, que recorrÃa todos los lugares donde se sirviera puchero. El tiempo fue sumando memoria al viejo café que recuerda el paso de Carlos Gardel, quien solÃa aparecer para cenar a la madrugada, ya que vivÃa por ese entonces en Rincón 137. Precisamente en el café el representante del sello Odeón, Mauricio Gordat, se entrevistó por primera vez con el flamante dúo Gardel-Razzano, contrato que allà firmaron y derivó en la primera aparición fonográfica del Morocho y del Oriental
Distintas leyendas habrÃa protagonizado el Zorzal, como que se pasaba recomendando jugar a su caballo “Lunático†con la condición de que el ganador invitara a comer a toda la barra en Los Angelitos. Tampoco faltó a la cita en el café otro Ãdolo de la época, Luis Ãngel Firpo, el “Toro salvajeâ€, y hasta AnÃbal Troilo desenfundo su bandoneón en el lugar, que también frecuentaba Osvaldo Pugliese.
Prestigiosos interpretes de nuestra música popular ocuparon sus escenarios y el ritmo del dos por cuatro fue siempre rey en el lugar. Catulo Castillo compuso en 1944, con música de José Razzano, el tango que lo inmortalizo, grabado por AnÃbal Troilo con la voz de Alberto Marino el 19 de diciembre del mismo año.
El 27 de enero de 1992, los dueños del lugar liquidaron la sociedad muy apremiados económicamente, y el cierre fue definitivo. El edificio fue deteriorándose, en el 2000 se produjo un principio de derrumbe y fue necesaria la demolición preventiva, aunque antes el lugar fue declarado Patrimonio Cultural Intangible por el Gobierno de la Ciudad.
Con la firme intención de conservar su espÃritu original de calidez y hospitalidad –aquél que tan bien fuera reflejado en 1944 por Cátulo Castillo y José Razzano, quienes le pusieron letra y música al tango que lleva su nombre -, los responsables de esta nueva etapa del Café de los Angelitos han puesto especial interés en la excelente atención, la calidad y el confort que merecen recibir sus visitantes.
Sobria y elegante –madera oscura, cristal, vitraux, bronce, mosaicos calcáreos–, la decoración refleja el estilo de la primera década del siglo XX, e incluye sobre sus paredes una serie de 350 fotografÃas especialmente seleccionadas, fruto de una paciente búsqueda en archivos, museos y colecciones privadas, que harán recrear a los visitantes el clima y el ambiente de aquella época.
De acuerdo a un ambicioso diseño arquitectónico, desde la tradicional esquina de Rivadavia y Rincón se ingresa al café-restaurant , donde se servirá un completo menú de variados platos, en el que se destacará y será un clásico de todos los dÃas el tÃpico puchero criollo con que acostumbraba a deleitarse Gardel, que vivÃa en esa primera cuadra de Rincón. Sobre la amplia barra de madera situada hacia la derecha, un palco como los que ya no existen en Buenos Aires albergará en determinados momentos del dÃa a algún solista que obsequiará a los presentes con los acordes del dos por cuatro.
En las noches, el Café de los Angelitos ofrecerá su cena tango show de nivel internacional. Impactantes cortinados de terciopelo dividen el café-restaurant del sector destinado a la cena show, que posee un imponente escenario de grandes dimensiones en dos niveles -el superior para la orquesta y el inferior para el baile y el canto-, equipado con tecnologÃa de última generación tanto en sonido, iluminación y efectos especiales, que harán de esta una gran gala. El espectáculo se ofrecerá todos los dÃas de lunes a lunes con una duración de una hora treinta, una puesta en escena de 22 artistas de primer nivel, conformado por un sexteto instrumental, dos cantantes, cinco parejas de baile y una exclusiva orquesta de señoritas, un cuadro actualmente único en este tipo de espectáculos y que era frecuente en el antiguo Café.
El salón de la cena show está dispuesto en dos niveles. En la planta baja se encuentra el sector principal, mientras que el primer piso con balcones constituye un sector VIP, que a su vez cuenta con un espacio privado para 30 comensales. En el subsuelo se sitúan la boutique de merchandising -donde los visitantes podrán elegir productos tradicionales y exclusivos de nuestro Café- y un amplio salón de usos múltiples donde se podrán desarrollar eventos sociales, corporativos o culturales.
El grupo empresario responsable del Café de los Angelitos ha realizado una importante inversión económica, tanto en la reconstrucción de este clásico de Buenos Aires, como también en su promoción en las principales ferias internacionales de turismo del mundo, contándose España, Alemania, Italia, Brasil, Chile, Perú, Colombia, Ecuador, México, Costa Rica, Panamá y Portugal entre los paÃses ya visitados por sus representantes. Falta poco para que Buenos Aires vuelva a vestirse de gala. La histórica esquina de Rivadavia y Rincón vuelve a vivir el espÃritu del tango. Ahora más que nunca, el Café de los Angelitos es testigo vivo de Buenos Aires
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PRESS Vuelve al ruedo el Cafe de los Angelitos (News) |
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TEXT Reabre el Cafe de los Angelitos La Razon (Archiv 2007) |
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Reabre el Café de los Angelitos
Será este martes, después de 15 años. Buscan posicionarlo como emblema de la Ciudad. EL SALON DEL CAFE, VISTO DESDE EL ESCENARIO. HABRA SHOW DE TANGO.
Hace siete años, un temporal que azotó a la Ciudad lo dejó al borde del derrumbe. Sólo quedaron en pie dos muros agrietados y la vieja marquesina con los dos angelitos tirada en un rincón. Desconsolados, los vecinos pronosticaron el cierre definitivo del histórico café, pero el crecimiento económico y el legado cultural fueron más fuertes que el paso del tiempo.
Después de 15 años de permanecer cerrado, el histórico Café de los Angelitos (que fuera centro de reunión de intelectuales y polÃticos, como asà también de "malandras" que frecuentaban Balvanera) reabrirá sus puertas este martes. El local conserva su estilo de la década del 20, pero fue renovado con un diseño a puro lujo, aunque con sobriedad y elegancia. El nuevo Café de los Angelitos, en la esquina de Rivadavia y Rincón (a la vuelta de donde vivió Carlos Gardel, que siempre aparecÃa en el lugar a la madrugada), cuenta ahora con tres plantas y 1.500 metros cuadrados completamente refaccionados en los que se ofrecerán cenas —el principal plato de la carta será el puchero que siempre pedÃa el Morocho del Abasto— y espectáculos de tango de nivel internacional y que apuntarán al turismo extranjero. "Esto es una fiesta para Buenos Aires. Acá pasó la polÃtica y la cultura", aseguró Jorge Tejada, director comercial del local.
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PRESS Cafe de los Angelitos, La Prensa (Daniel Sousa) Un tango que tiene alas (News) |
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