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Ultimo Momento 23:04 | El tango está de fiesta: reabre el Café de los Angelitos
El tradicional reducto de Rivadavia y Rincón estuvo 15 años cerrado. El edificio original, frecuentado por Gardel y Troilo, entre otros, tuvo que ser demolido tras el derrumbe de un techo. Esta noche se reinauguró oficialmente el nuevo local. Y a partir de mañana, volverá a recibir a los fanáticos del 2x4. COMO ANTES. El local, reconstruido en base al original, mantiene el esplendor de viejas épocas.
El Café de los Angelitos, uno de los más importantes emblemas de la cultura tanguera argentina y frecuentado por Carlos Gardel y otros exponentes del género, fue reinaugurado hoy en un acto y será reabierto al público mañana, tras permanecer cerrado por más de 15 años. El histórico café de la Avenida Rivadavia y Rincón, barrio de Balvanera, volverá a recibir a vecinos y turistas desde mañana a las 18, en su recreado salón de estilo francés de mediados de Siglo XX, que perdió en 1993, cuando debió ser demolido tras el colapso de su techo. La reapertura del café, fundado en primera instancia en 1890, fue celebrada por vecinos de la zona, quienes se opusieron en varias oportunidades a proyectos de construcción de edificios, aunque los nuevos propietarios buscarán captar el creciente mercado del turismo, con shows que constarán hasta 250 pesos. Silvio Soldán, Alejandro Dolina, Ben Molar, Mariano Mores y Horacio Ferrer, entre otras personalidades representantes de la idiosincrasia porteña, fueron invitados a participar esta noche en el acto de reinauguración. El nuevo espacio, con capacidad para 500 personas, buscará recrear la atmósfera que inspiró su éxito no sólo entre Gardel, AnÃbal Troilo y otros referentes del tango, sino también entre personajes de la historia argentina, como el escritor y filósofo José Ingenieros e importantes polÃticos. El Bar de los Angelitos fue fundado por el migrante italiano Batista Fazio con el nombre Bar Rivadavia, y cambió de nombre a "Angelitos" en alusión irónica a sus primeros comensales: gente de costumbres poco señoriles, según medios especializados. Las historias y sus personajes fueron apostadas en cuadros en las paredes del nuevo local que estará abierto las 24 horas como cafeterÃa, y por la noche como local de espectáculos, en un predio lindero sobre el que se expandió. Fuente: DyN
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PRESS Cronica Cafe de los Angelitos reabre sus puertas (News) |
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PRESS La Nacion Cafe de los Angelitos (News) |
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TEXTO La Nacion De orilleros de ayer a tangueros de hoy (Archiv 2007) |
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De orilleros de ayer a tangueros de hoy
La resurrección largamente esperada por los vecinos y los dos angelitos de yeso -hoy reconvertidos en esculturas de piedra- que custodian la entrada podrÃa llegar en dos meses. La habilitación municipal -demorada por el efecto posterior a Cromagnon- de El Café de los Angelitos, reedificado en la esquina de Rivadavia y Rincón, pondrá en marcha un proyecto cultural y gastronómico que comporta la recuperación de un sÃmbolo del patrimonio tangible e intangible de Buenos Aires.
Fundado en 1890 con el nombre de Bar Rivadavia, por el italiano Batista Fazio, según la buena memoria de Ricardo Ostuni -ex director de Radio Ciudad y autor de "Fundación mÃtica del tango"-, aquel galpón de piso de tierra fue testigo del transcurrir de bohemios, payadores, músicos, orilleros, tangueros, poetas e individuos de vivir a contramano. Hubo entre los asiduos del café nombres destacados de la polÃtica y la cultura. Carlos Gardel y José Razzano; Florencio Parravicini; "El Negro" Gabino, payador del "Himno a Paysandú"; Juan B. Justo, Alfredo Palacios, José Ingenieros...
En 1992, cuando su último dueño, Germán Lozada, decidió su cierre, los vecinos sintieron que con la demolición, que ocurrió a 100 años de su fundación, sobrevendrÃa la pérdida irreparable de una parte de la memoria urbana. Y ahà nomás, entre los escombros, le nació al barrio un anhelo de recuperación simbólica. Quizá, como se reflexiona en "Voces recobradas", la publicación del Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, la globalización fue llevando a las comunidades a volver la mirada hacia los residuos de tradiciones locales, hacia la necesidad de reivindicar lo que identifica en ese océano cultural tan ancho como ajeno. Cuenta Ostuni que Gardel firmó su primer contrato con el desaparecido sello Odeón en El Café de los Angelitos y que celebró el triunfo de uno de sus caballos en el Hipódromo de Palermo con un puchero criollo que duró hasta la madrugada. Radicales y socialistas animaron tertulias en aquella época en que el debate enriquecÃa las ideas. * * * El nuevo Café de los Angelitos procura preservar esa mÃstica que hace de Buenos Aires una ciudad tan eterna como el agua y como el aire, en palabras de Borges. Un grupo empresario del sector gastronómico, integrado por españoles radicados en la Argentina, descendientes de inmigrantes asturianos y argentinos, según contó a LA NACION el director comercial del proyecto, Jorge Tejada, es el responsable del nuevo café-restaurante que tendrá "1500 metros cuadrados, tres plantas, tango en vivo y exposiciones temporarias de fotografÃas y pinturas". En sus paredes, habrá 600 imágenes de momentos imborrables. Sus integrantes ya han apostado, por ejemplo, a la recuperación de un bar notable como Las Violetas, otro exponente vivificado del patrimonio cultural porteño.
La ministra de Cultura porteña, Silvia Fajre, no descarta que en el corto plazo El Café de los Angelitos se integre a la selecta lista de los 53 bares notables de Buenos Aires. Esos exponentes culturales se destacan por su valor arquitectónico o histórico, su rol cultural y su vinculación con la comunidad, según explicó la directora general técnico-legal del área cultural, MarÃa Antonia Bychowiec. Los bares notables reciben ayuda financiera para obras de restauración o asesoramiento técnico del gobierno porteño, que incluso promueve en ellos actividades culturales, de acuerdo con un presupuesto anual.
Por derecho propio El Café de los Angelitos bien puede decir que en su piso de tierra nació esa "danza ritual que alguien llamó tango". Y como agrega Ostuni, "acaso fuera Dios quien lo dispuso en esta latitud y en aquel tiempo".
Por Susana Reinosos
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| El bar fue inaugurado hace 117 años y lo cerraron hace 15 | El Café de los Angelitos vuelve a abrir sus puertas |
| El Café de los Angelitos, que abrió hace 117 años y fue cerrado hace 15, será reabierto el próximo martes, con espectáculos de tango todas las noches y una estética porteña tradicional, en la histórica esquina de Rivadavia y Rincón, por la que pasaron figuras como Carlos Gardel y José Ingenieros. |
| Visitado durante más de un siglo por músicos, deportistas, polÃticos y poetas, luego cerrado y demolido, el café volverá a abrir en Rivadavia 2100, en el barrio porteño de Congreso, a metros de la que fue la casa de Gardel, en la calle Rincón. ""QuerÃamos cumplir con lo que desean los vecinos y quienes conocÃan el antiguo café, quienes querÃan que reabriera el lugar. Ahora nosotros queremos que vengan y que cada uno reviva los momentos que pasó acá y se impregne del espÃritu del lugar"", afirmó Alfredo Piñera, Director General del emprendimiento. El bar, que duplicó su tamaño original, funcionará las 24 horas y contará con un espectáculo de tango todas las noches, aunque destinado principalmente al mercado turÃstico, pues los costos de la entrada son muy elevados para la clientela porteña: entre 250 y 450 pesos por persona. ""Queremos hacer de esto un clásico. Hay pocos clásicos en la Ciudad. Por eso querÃamos respetar una tradición del lugar, que tiene más de 100 años. El turista va adonde está la representación del lugar que visita"", indicó.
HISTORIA DE TANGO Perpetuado en un tango de Cátulo Castillo ("Rivadavia y Rincón... Vieja esquina de la antigua amistad que regresa, coqueteando su gris en la mesa, que está meditando en sus noches de ayer"), el café nació bajo el nombre de Bar Rivadavia en 1890 y como un galpón con billares que visitaban payadores como Gabino Ezeiza y José Betinoti. Luego fue refugio de escritores y malevos -de donde surge el irónico nombre del bar- que se inclinó definitivamente por el tango y vio pasar a músicos como Gardel, AnÃbal Troilo y Osvaldo Pugliese. ""El lugar tenÃa importancia por el punto estratégico en el que estaba. Era un camino de paso obligado. Era la gente que venÃa lo que hizo importante al lugar"", indicó Piñera. En enero de 1992 debió cerrar por motivos económicos y en 2000 fue demolido por razones preventivas por el deterioro del edificio, y aunque las obras para la reapertura, con nuevos dueños, arrancaron en el 2001, el resultado recién verá la luz este martes. |
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