MUSICA EN BUENOS AIRES Los angelitos del tango  Por EDUARDO GIORELLO para leer articulo clique aqui
	Ligado a una noble tradición de muchos años de gloria ha vuelto a funcionar el "Café de los Angelitos", en su espacio habitual, Avenida Rivadavia 2100 (esquina Rincón). En ese lugar emblemático para el tango de siempre ahora se ofrece un bello espectáculo titulado "Café de los Angelitos-El Tango", del que es autor Luis Pereyra y que lleva coreografía del mismo Pereyra y Nicole Nau. La dirección artística del show es de Luis Pereyra. Una vez franqueado el acceso al café-teatro custodiado en las alturas por dos angelitos, el show no se hace esperar. En la apertura se asiste a exhibición de un video que relata los últimos años del Café de los Angelitos, su abandono y su renacer de las propias cenizas. Ahora estamos en un impactante salón con un enorme escenario donde se van sumando la danza, la música y la canción de Buenos Aires de todas las épocas. Con procedimientos de multimedia el telón deja lugar a las calles, a los conventillos, a los bailongos, a los salones elegantes donde el tango se fue filtrando primero tímidamente y luego con todo el fragor de su pasión incontenible. El cuerpo de baile sumamente disciplinado y los solistas Nicole Nau y Luis Pereyra ocupan el espacio en fragmentos tan conocidos y amados como "La cumparsita" y "Zorro gris" documentando con una coreografía que evoca el tango de los arrabales porteños y se concentran en el cuadro "Milongueando en el 40". El baile va apareciendo reiteradamente a lo largo de los veinticinco cuadros del show siempre bailado con unción por las parejas consustanciadas en sus trabajos estéticos y dinámicos y comandados por las estrellas de la compañía: la estupenda pareja de Nicole y Luis. Son ellos los que sacan la viruta al piso en "Mozo guapo", "Alma en pena" y "Taconeando". Por su lado el cuerpo de ballet encara decididamente desde el "Taquito militar", de Mariano Mores hasta el "Verano porteño" de Astor Piazzolla, pasando por "La Mariposa", "Boedo", "Orgullo criollo", "Papas calientes" y el famosísimo "El Choclo". Un verdadero caleidoscopio de ritmos y de estilos hábilmente equilibrados por la sagacidad de Luis Pereyra desde la dirección. El escenario, entre luces y sombras, deja pasar las siluetas porteñas. Los vestuarios siempre adecuados a las circunstancias son un trabajo de diseño de Hilda Curletto y Nau &Pereyra. La puesta en escena de gran plasticidad es de V. Tela y el múltiple Pereyra. Renglón especial merecen las integrantes de una simpática Orquesta de Señoritas, dirigida por Juanita Cacace, que se suman a los ejecutantes que ocupan la parte superior del escenario, los músicos del Sexteto Gabino Tango, y quienes con destreza, desgranan un nutrido repertorio de nuestro folclore urbano. Las voces de Nora Roca (canta "Malena" y "El día que me quieras") y el conocido Guillermo Galvé con su inconfundible registro de viril intensidad en temas tan populares como "Por una cabeza", "La última curda", "Café de los angelitos" y junto a Nora Roca, "El día que me quieras", completan el brillante "staff" de este show enclavado en medio del Buenos Aires de siempre. Mientras una muchacha ofrece "souvenirs" entre las mesas y los espectadores pueden degustar una cena de platos típicos argentinos o tomar una copa, según su opción, el show de los angelitos del tango se desarrolla con una dinámica ágil y atractiva, con el marco escénico que siempre posee la plástica adecuada a la evocación, que permanentemente trae aparejada la música de Buenos Aires, hoy por hoy, amada internacionalmente. Desde arriba los angelitos siguen custodiando esta noche de infinitas resonancias.